El pasado día 2 de abril tuvo lugar el acto de celebración del 20 aniversarios de la Asociación valenciana de Ayuda a niños con alta capacidad (Avast). Esta agrupación trabaja por ayudar a los alumnos en resolver sus problemas que principalmente se derivan de un sistema educativo que según los padres no atiende su situación especial como debiera.
Debido a que sus capacidad intelectual es superior a la de los jóvenes de su edad, los comúnmente conocidos como superdotados suelen tener problemas en las aulas, pues se aburren y desmotivan con un temario que se les queda corto. Estas situaciones conllevan además cambios de conducta que les perjudican en sus relaciones sociales.
Como explicaba ayer el presidente de esta asociación, Francisco Muñoz, "los niños necesitan una atención escolar diferenciada que es la batalla histórica de esta asociación. Existe una ley de conselleria que lo contempla y nuestra misión es que se cumpla". "La imagen pública de las altas capacidades es un buen rendimiento escolar pero existe una parte no detectada que por desmotivación conduce al fracaso escolar". En el caso de la Comunitat Valenciana, "el tema es insuficiente, queda mucho por desarrollar", mientras por ejemplo en Murcia sí se aplica una estrategia educativa, aseguraba.
Vicente, padre de una niña de 7 años con un cociente intelectual de 150 explicaba que "estamos totalmente desamparados, todo lo que tenemos es Avast".
Así, indicaba que no existe un paraguas institucional que vele por estos estudiantes. "No tenemos una ayuda o una beca y ella pide hacer actividades extraescolares para saciar sus ansias de conocimiento, que tienen un precio". Como indicaba, "mi hija con 5 años aprendía idiomas sólo con oírlos, y devoraba libros". En la clase "se aburría y entonces hablaba con los compañeros, por lo que le reñían", algo que según su madre, Arantxa, "le bajaba la autoestima. Estaba perdiendo la motivación por estudiar". La pequeña tiene una adaptación curricular, "pero no se cumple".
Debido a que sus capacidad intelectual es superior a la de los jóvenes de su edad, los comúnmente conocidos como superdotados suelen tener problemas en las aulas, pues se aburren y desmotivan con un temario que se les queda corto. Estas situaciones conllevan además cambios de conducta que les perjudican en sus relaciones sociales.
Como explicaba ayer el presidente de esta asociación, Francisco Muñoz, "los niños necesitan una atención escolar diferenciada que es la batalla histórica de esta asociación. Existe una ley de conselleria que lo contempla y nuestra misión es que se cumpla". "La imagen pública de las altas capacidades es un buen rendimiento escolar pero existe una parte no detectada que por desmotivación conduce al fracaso escolar". En el caso de la Comunitat Valenciana, "el tema es insuficiente, queda mucho por desarrollar", mientras por ejemplo en Murcia sí se aplica una estrategia educativa, aseguraba.
Vicente, padre de una niña de 7 años con un cociente intelectual de 150 explicaba que "estamos totalmente desamparados, todo lo que tenemos es Avast".
Así, indicaba que no existe un paraguas institucional que vele por estos estudiantes. "No tenemos una ayuda o una beca y ella pide hacer actividades extraescolares para saciar sus ansias de conocimiento, que tienen un precio". Como indicaba, "mi hija con 5 años aprendía idiomas sólo con oírlos, y devoraba libros". En la clase "se aburría y entonces hablaba con los compañeros, por lo que le reñían", algo que según su madre, Arantxa, "le bajaba la autoestima. Estaba perdiendo la motivación por estudiar". La pequeña tiene una adaptación curricular, "pero no se cumple".
Por su parte, Lupe, decía de su pequeño de 5 años que "parece cómo que te ha tocado la lotería, que como tu hijo es listo no necesita ninguna atención especial". "El tema en los colegios es gravísimo porque a efectos legales ayudan a un chico con un infradotación pero no a uno superdotado".
Joana es la madre de Ángel, de 16 años. En su caso le han hecho una adaptación curricular en Lengua, porque pese al tópico, los superdotados no lo tienen por qué ser en todas las áreas. "Lo pasan mal porque tiene menos habilidades sociales. Se sienten fuera de lugar", comentaba Joana.
Cristina bonet, psicologa que colabora con Avast, señala que "lo fundamental es trabajar en la detección precoz" para evitar que puedan producirse problemas en el desarrollo del joven. Es necesario "estimular el deseo de aprender" y por otro ayudar en el ·desajuste emocional". "Es habitual un síndrome de disarmonía, por lo que por ejemplo con 10 años pueden tener una edad intelectual de 14 años y la parte afectiva de 8 años". Muchas veces el superdotado es humillado en clase. Es el raro, el que lo sabe todo y al que el resto manda callar. Además, ellos se sientan fuera de lugar. Esta situación hace mella en su personalidad. "Hay que estudiar caso por caso, para adaptar su ritmo escolar". De los 10 chicos con los que hoy trabaja, 8 presentan fracaso escolar.
Levante; 3/04/2011 JOSÉ V. PAÑOS
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